viernes, agosto 10, 2007

Capitulo 3


La señora Benizaldo no necesitó mayores señales para retirarse.Sabía perfectamente que al reunirse "esos dos"-como solía decir-era preferible arrancar.

Leonidas WalzemÜller condujo a su compañero haca el despacho y cerró la puerta.

-Padre Massi-comenzó Leonidas-no le esperé tan temprano.Pero me alegro de verlo.


Massi apenas esbozó una sonrisa

-Necesito cierta información urgente.Ya sabrá usted que noiremos solos...

-Lo sé perfectamente-interrumpió Marco Basilio Massi-Mire su escritorio.


El joven sacerdote obediente se dirigió hasta él.En el escritorio yacía una carpeta.

-¿Vania Zoastro?-preguntó Leonidas antes de averiguar su contenido.

-Supuse que quería saber algo más de su compañera de viaje.

Leonidas lo miró de soslayo.Luego suspiró.

-Mala costumbre dudar de todo el mundo-inquirió irónico Massi.Esas cosas no son de Dios.

-Padre Massi, no necesita ser irónico...es una simple...

-Duda, ¿cierto?

Marco Basilio Massi era algo así como la consciencia de la que siempre queremos huir, pero que finalmente es la que señalará lo correcto, según dicen...

-La señorita Zoastro es teóloga de la Universidad de Canturia, Doctora en Mitos, tesis de doctorado...¿la existencia de los gárgolas?

Leonidas se sonrió

-Interesante.

-Es experta en exorcismo...¿será posible, Leonidas?

-¿Por qué no?

-Es ex-compañera de sor Delia Fitgerald y amiga íntima.

-¿Conoce a su hermano, supongo?

-No lo sé.

-¿Qué más, hermano Massi?

-No me digas así sacerdote walzemüller-dijo en tono seco Massi

Leonidas lanzó una carcajada sonora

-No tienes sentido del humor....a ver...parece que todo está bien.

-Por el momento, Leonidas.

-Mañana entonces, nos vamos a Triana.

-¿Dónde alojaremos esta vez?

-En la casa de Vania Zoastro.Compórtese como un caballero, padre Massi.

Massi quedó sorprendido y descolocado.No dijo nada.

-La hermana Delia desea llevar hasta allá a su hermano.Eso si logramos que la orden Hermética autoriza su salida.

-Ya me encargué de eso, Leonidas

El padre WalzemÜller no quiso preguntar cómo lo había hecho, confiaba en su compañero de misiones, sólo atinó a comentar:

-No esperaba menos de ti

-La Orden Hermética ha comprendido las razones de la Santa Orden para acoger al muchacho.En los últimos días, el muchacho ha presentado fiebre permanente, ceguera, dolores corporales.

-¿señales de abuso?

-Ninguna.

-¿enfermedad diagnosticada?

-nada.

-Es muy extraña.

-Respecto a las denuncias hechas a la policía durante los últimos cuatro años, ¿Qué averiguaste?

-En cuatro años la Orden Hermética dio aviso a la policía dos veces para averiguar el paradero de los familiares del chico y nada.

-¿Es posible?.

-Yo no lo creo-dijo tajante Massi

-¿Y no dieron aviso a la Santa Orden?

-Según ellos, jamás relacionaron el caso con la desaparición de Daniel Fitgerald

-Qué negligencia...

Ahora el turno de sonreir fue de Massi.

¿Estás dispuesto a navegar por esas aguas, Leonidas?

-No debiera, el tiempo no me lo permite

El joven sacerdote, clavó una mirada inquisidora en su compañero.Massi siempre sabía más de lo que comunicaba.

-No me atrevería a decir que la ORDEN SAGRADA supiera esto y no quiso hacer nada.

-Lo sabe desde hace dos años.

-¿Y sor Delia?¿Nunca le dijeron nada?

-Supongo que no...

El joven sacerdote se paseó por la oficina y tropezó con la mesita, acto que le arrancó un improperio condenable por la iglesia.

-¿CON QUÉ PROPÓSITO? -Se preguntó mientras se sobaba la pierna

-No lo sabremos si se produce le traslado del muchacho tan rápidamente.

Los dos se quedaron en silencio.Después de un rato, Massi tomó su capa y se dirigió a la puerta.Leonidas reaccionó y le hizo señas a su amigo para despedirse.

Massi estaba a punto de cruzar la puerta cuando se detuvo recordando algo.

-¿Por qué sor Delia tiene como amiga a una exorcista?-preguntó y cerró tras de sí la puerta.