Capitulo 3
La señora Benizaldo no necesitó mayores señales para retirarse.Sabía perfectamente que al reunirse "esos dos"-como solía decir-era preferible arrancar.
Leonidas WalzemÜller condujo a su compañero haca el despacho y cerró la puerta.
-Padre Massi-comenzó Leonidas-no le esperé tan temprano.Pero me alegro de verlo.
Massi apenas esbozó una sonrisa
-Necesito cierta información urgente.Ya sabrá usted que noiremos solos...
-Lo sé perfectamente-interrumpió Marco Basilio Massi-Mire su escritorio.
El joven sacerdote obediente se dirigió hasta él.En el escritorio yacía una carpeta.
-¿Vania Zoastro?-preguntó Leonidas antes de averiguar su contenido.
-Supuse que quería saber algo más de su compañera de viaje.
Leonidas lo miró de soslayo.Luego suspiró.
-Mala costumbre dudar de todo el mundo-inquirió irónico Massi.Esas cosas no son de Dios.
-Padre Massi, no necesita ser irónico...es una simple...
-Duda, ¿cierto?
Marco Basilio Massi era algo así como la consciencia de la que siempre queremos huir, pero que finalmente es la que señalará lo correcto, según dicen...
-La señorita Zoastro es teóloga de la Universidad de Canturia, Doctora en Mitos, tesis de doctorado...¿la existencia de los gárgolas?
Leonidas se sonrió
-Interesante.
-Es experta en exorcismo...¿será posible, Leonidas?
-¿Por qué no?
-Es ex-compañera de sor Delia Fitgerald y amiga íntima.
-¿Conoce a su hermano, supongo?
-No lo sé.
-¿Qué más, hermano Massi?
-No me digas así sacerdote walzemüller-dijo en tono seco Massi
Leonidas lanzó una carcajada sonora
-No tienes sentido del humor....a ver...parece que todo está bien.
-Por el momento, Leonidas.
-Mañana entonces, nos vamos a Triana.
-¿Dónde alojaremos esta vez?
-En la casa de Vania Zoastro.Compórtese como un caballero, padre Massi.
Massi quedó sorprendido y descolocado.No dijo nada.
-La hermana Delia desea llevar hasta allá a su hermano.Eso si logramos que la orden Hermética autoriza su salida.
-Ya me encargué de eso, Leonidas
El padre WalzemÜller no quiso preguntar cómo lo había hecho, confiaba en su compañero de misiones, sólo atinó a comentar:
-No esperaba menos de ti
-La Orden Hermética ha comprendido las razones de la Santa Orden para acoger al muchacho.En los últimos días, el muchacho ha presentado fiebre permanente, ceguera, dolores corporales.
-¿señales de abuso?
-Ninguna.
-¿enfermedad diagnosticada?
-nada.
-Es muy extraña.
-Respecto a las denuncias hechas a la policía durante los últimos cuatro años, ¿Qué averiguaste?
-En cuatro años la Orden Hermética dio aviso a la policía dos veces para averiguar el paradero de los familiares del chico y nada.
-¿Es posible?.
-Yo no lo creo-dijo tajante Massi
-¿Y no dieron aviso a la Santa Orden?
-Según ellos, jamás relacionaron el caso con la desaparición de Daniel Fitgerald
-Qué negligencia...
Ahora el turno de sonreir fue de Massi.
¿Estás dispuesto a navegar por esas aguas, Leonidas?
-No debiera, el tiempo no me lo permite
El joven sacerdote, clavó una mirada inquisidora en su compañero.Massi siempre sabía más de lo que comunicaba.
-No me atrevería a decir que la ORDEN SAGRADA supiera esto y no quiso hacer nada.
-Lo sabe desde hace dos años.
-¿Y sor Delia?¿Nunca le dijeron nada?
-Supongo que no...
El joven sacerdote se paseó por la oficina y tropezó con la mesita, acto que le arrancó un improperio condenable por la iglesia.
-¿CON QUÉ PROPÓSITO? -Se preguntó mientras se sobaba la pierna
-No lo sabremos si se produce le traslado del muchacho tan rápidamente.
Los dos se quedaron en silencio.Después de un rato, Massi tomó su capa y se dirigió a la puerta.Leonidas reaccionó y le hizo señas a su amigo para despedirse.
Massi estaba a punto de cruzar la puerta cuando se detuvo recordando algo.
-¿Por qué sor Delia tiene como amiga a una exorcista?-preguntó y cerró tras de sí la puerta.
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